Preguntas frecuentes

¿Cuándo ir a terapia?

Cualquier malestar psicológico o cualquier circunstancia vital que no podamos abordar por nosotros mismos puede ser motivo de consulta. Lo mejor es no esperar a que la situación se nos haga muy complicada: una tendencia errónea bastante común es la de confiar en que los problemas se resolverán solos… cuando bien al revés, a menudo es necesario poner de nuestra parte para solucionarlos. Normalmente, los problemas nunca desaparecerán solos.

¿Cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra?

Un psiquiatra es un médico especializado en trastornos mentales. Los psiquiatras abordan los problemas del paciente desde una perspectiva fisiológica (tratando el cuerpo), tal y como se abordan las enfermedades médicas, sea prescribiendo medicación o cualquier otra intervención médica destinada a equilibrar la bioquímica del cerebro. En cambio, los psicólogos se encargan de evaluar y tratar de forma personalizada a los clientes, incluyendo tanto en la evaluación como en la terapia las particularidades personales sociales, situacionales, de relación con los demás, conductuales y emocionales que han llevado a la persona en la consulta.

La psicología clínica puede confundirse con la psiquiatría porque generalmente tienen metas similares (aliviar el malestar psicológico), pero lo hacen por caminos diferentes: el psiquiatra tiene una visión médica del problema, mientras que el psicólogo tiene una visión más completa de la persona.

En la práctica, psicólogos y psiquiatras trabajan juntos en equipos multidisciplinares junto a trabajadores sociales y/o trabajadores ocupacionales para proporcionar un enfoque multimodal cuando los pacientes presentan problemas que así lo requieren.

¿Puede ayudarme un psicólogo?

Sí, efectivamente: un psicólogo puede ayudarle a atravesar circunstancias difíciles caracterizadas por emociones dolorosas o negativas (por ejemplo, anticipación de cambios importantes, vivencias personales de fracaso, pérdidas).

También puede ayudarte en procesos aparentemente crónicos, como algunas actitudes ante la vida que causan un intenso malestar en ámbitos diversos (pareja, trabajo, familia, amistades). En ambos casos está especialmente indicado empezar un terapia.

¿Qué psicólogo elegir?

La relación entre el psicólogo y el cliente es una relación basada en el respeto y la confianza: por este motivo, el mejor psicólogo para un determinado cliente será aquél con quien el cliente se sienta más cómodo y que le inspire más confianza.

¿Quién debe ir a terapia?

En el caso de los adultos que consultan individualmente, la persona que presenta el problema es la que debe ir a terapia. Ahora bien, es muy probable que el psicólogo considere interesante entrevistar a algún familiar o persona cercana al cliente, siempre con su consentimiento.

En el caso de los niños, muchas de las visitas también incluirán a los padres (a veces solos, a veces con el niño).

En el caso de la terapia de pareja, se realizarán sesiones conjuntas y algunas individuales con cada miembro de la pareja.

En el caso de la terapia familiar, se realizarán algunas sesiones individuales además de las conjuntas con todos los miembros de la familia.

¿Cuánto dura una terapia?

A grandes rasgos, unas 10 o 15 sesiones pueden ser suficientes para tratar un problema concreto y bien acotado. Sin embargo, las situaciones más complejas pueden requerir más encuentros. En cualquier caso, el psicólogo y el cliente pactan directamente la duración de la terapia, después de que el profesional haya realizado la evaluación concreta del caso.

¿Cuánto dura una sesión?

Habitualmente, las sesiones tienen una duración de 50 minutos, aunque las iniciales pueden ser algo más largas.

¿Con qué frecuencia se debe ir?

Lo habitual es pactar una sesión semanal al comienzo de la terapia, aunque a medida que avance el tratamiento se puede acordar realizar una sesión cada dos semanas.

¿Es normal tener vergüenza por ir al psicólogo?

Sí, tener vergüenza por ir al psicólogo al principio es bastante habitual. Además, antes de decidirse a empezar la terapia, el cliente puede tener la sensación de "ir a hablar de los problemas con un desconocido". Pero tanto esa sensación como la vergüenza inicial desvanecen rápidamente después de la primera sesión

¿En terapia sólo habla el cliente?

No, no sólo habla el cliente: la terapia es un diálogo entre el psicólogo y el cliente, no se trata de un monólogo.

¿Sólo se habla del pasado y de los acontecimientos traumáticos?

No, en terapia no sólo se habla del pasado y de los acontecimientos traumáticos. Aunque éstos pueden tener su influencia en la realidad actual del cliente, la terapia se centra en que la persona pueda resolver su situación aquí y ahora.

¿Lo que explico al psicólogo es confidencial?

Todo lo que el cliente explica en la consulta es absolutamente confidencial.

La información sobre el cliente de que el psicólogo disponga está sujeta a un derecho y un deber de secreto profesional que sólo puede ser eximido por el consentimiento expreso del cliente, salvo en los casos que marca la ley: los psicólogos nos regimos por un código deontológico propio que , entre otras obligaciones, expresa de forma explícita que es necesario preservar la confidencialidad entre el cliente y el profesional.

¿Las personas podemos cambiar?

Sí, todo el mundo puede cambiar, pero por eso no dejamos de ser nosotros mismos. De hecho, cambiamos muchas veces a lo largo de la vida sin que estos cambios nos sean perceptibles. Los cambios que se proponen en terapia van dirigidos exclusivamente a mejorar la calidad de vida del cliente.

¿Pueden haber recaídas?

Sí, es posible que haya recaídas, aunque no siempre ocurren.

Cabe decir que los psicólogos entendemos las recaídas como una parte más del proceso de cambio, nunca las entendemos como un fracaso. Además, en caso de recaída, el cliente dispone de más recursos para poder continuar: aunque se recaiga, no se vuelve al punto de salida, sino varios pasos más adelante.

¿Es necesario tomar medicación?

No, no es necesario tomar medicación de ningún tipo.

Sin embargo, en casos graves de ansiedad, depresión u otros trastornos que generen un gran malestar que interfiera de forma muy significativa en la vida cotidiana, el psicólogo puede derivar al cliente al psiquiatra para realizar una evaluación conjunta y valorar si tomar medicación ayudaría el cliente.

¿Es caro ir al psicólogo?

Invertir en uno mismo y en la propia salud nunca es caro: el beneficio que puede obtenerse supera ampliamente el coste económico.